A lo largo de la historia de la humanidad, nuestros antepasados han celebrado cambios de ciclo, tanto de la Tierra (cambios estacionales) como del propio ser humano (ritos de paso a la adolescencia, matrimonios, comuniones…).
Reconozco que las religiones han creado más separaciones que conexiones, pero es obvio que responden a una necesidad humana inherente a nuestra naturaleza. Es hora de reclamar esta necesidad y hacerla nuestra. Utiliza los arquetipos y símbolos que más te representen. Ponte en contacto con la vibración que te conviene, que te hace sentir bien con quién eres, con tus raíces.
Debemos hacer las paces con nuestros ancestros en amor para que podamos resonar y liberar los dones de nuestra esencia.
Vemos cómo las personas están desconectadas, absortas en diferentes tipos de sustancias y estímulos, convirtiéndolas en zombis tecnológicos. La gente está empezando a buscar la realidad virtual en lugar de la realidad real. Seamos conscientes del nivel de desconexión física que está viviendo toda nuestra sociedad.
Es hora de crear espacios de conexión y entrega, donde podamos encontrar tribu y crear comunidades en las que nuestros hijos e hijas puedan crecer en armonía.
Me parece que los acontecimientos conscientes son algo fundamental para que nuestra próxima humanidad pueda establecer un verdadero vínculo entre el Cielo y la Tierra, ese equilibrio que cada Ser Humano tiene el poder de construir por sí mismo.
Y cuando cada persona se toma el tiempo y el esfuerzo para mantenerse íntegro, es cuando todos comprenden la importancia de cuidarse a sí mismos ante todo.
Durante siglos nos han dicho que el mundo es un valle de lágrimas, como decía Jorge Manrique. Siempre han sometido a la humanidad a la idea de tener más, cuando tener menos es la clave para encontrarse a uno mismo.
Y esto te lo han dicho todas las personas que quieren que estés consciente y despierto.
Nos dieron como herencia el gen de la esclavitud. Es hora de reclamar la libertad de estar en armonía con tu propia esencia.
Cuando te desprogramas de este automatismo (vivir el Día de la Marmota) y comienzas a experimentar el Amor Incondicional, el Miedo se desactiva y aprendemos a no experimentar el Sacrificio.
Juega y reconocer tu forma única, tu Curimama, es valioso.
Introduzca la alimentación consciente, el baile, el canto y la alegría de unirse para hacer música y bailar. De todas las edades, de todos los países, para que alcancemos, en consciencia, la vibración que queremos atraer y experimentar en esta realidad.
Los invitamos a vivir un día de Celebración, de Reconocimiento, para compartir la inmensa alegría que tenemos de ser parte de la vida de esta familia que se crea con la llegada de estos bebés. Estos seres de Luz tan deseados y rodeados de tanto amor. En este día creamos las bases del tejido de esta familia, de esta Tribu a la que pertenecemos en el alma y el corazón. Honramos a los Ancestros de cada rama de la familia. Rendimos homenaje a las personas que decidieron sumarse a esta hermosa aventura de ser Familia.
Iniciar el círculo significa tener acceso a la sabiduría ancestral que siempre ha acompañado a la humanidad. Una forma de servir a las personas, a la comunidad y a la Vida respetando los rituales, los ritos de paso y los conocimientos herméticos.
Tómate un tiempo para ti, para navegar tus emociones, para descubrir tu potencial, para descansar, para entender lo que te está pasando. Tómate el tiempo para integrarte, sanar y sentirte cuidado.
La ceremonia del Loto Azul nos conecta con nuestra polaridad masculino-femenino. Esto nos ayuda a abrir la comunicación entre nuestro corazón y la resonancia de nuestra verdad. Nos permite vibrar en nuestra verdadera esencia. La planta ha sido utilizada durante milenios por las sacerdotisas de Isis en Egipto, ayudando a las personas a reconectarse con su capacidad de comunicarse y vibrar.